LOS NIÑOS Y LOS JÓVENES ANTE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS·

 

Carmelo Garitaonandia

Universidad del País Vasco-Euskal Herriko Unibertsitea

 

 

SUMARIO

1. Introducción.

2. Uso y consumo de los media por niños y jóvenes.

3. Control y reglas de los padres para el uso de la televisión.

4. La adicción a Internet  es quizá un mito, aunque la tentación pornográfica para los niños es real.

5. La pequeña revolución silenciosa del teléfono móvil.

6. Creencias, valores y actitud de futuro.

7. Algunas conclusiones.

8. Referencias Bibliográficas.

9. Anexos.

 

 

1. Introducción

Desde la investigación de profesora Hilde Himmelweit, en 1958,  sobre la televisión y los niños (Himmelweit, Oppenheim y Vince, 1958),  estudio pionero e innovador y cuyas conclusiones fueron muy consideradas por las televisiones, los responsables educativos y políticos en relación con el uso y la regulación de la TV en las décadas posteriores, el mundo de la comunicación ha sufrido grandes transformaciones. ¿Cómo ha afectado y afecta la expansión de los nuevos medios de comunicación a la organización del tiempo de ocio de los niños y jóvenes y al desplazamiento de otras actividades? (individuales o con la familia y amistades). Por ejemplo, los efectos sobre la lectura en los niños ha sido ampliamente tratado ( Koolstra and Van der Voort, 1996 y 1997). Mientras que los niños holandeses ven la televisión 2.3 horas de media diaria, sólo dedican unos 8 minutos a la lectura como ocio, concluyendo que la televisión induce, por una parte, al deterioro de las actitudes hacia la lectura, y por otra, a la capacidad de concentrarse en la misma. O también, la combinación de las tareas escolares y la audiencia de medios (música, por ejemplo) han tenido una incidencia positiva en los casos de trabajos escolares con "papel y lápiz" (Beentjes, Koolstra & Van der Voort, 1996).

 Tradicionalmente la TV ha sido asociada a un bajo nivel de participación de los telespectadores, y sin casi ninguna posibilidad de interacción por parte del receptor. Sin embargo, los nuevos medios de comunicación parecen invitar a una mayor retro-alimentación, no solo más activa sino interactiva, el ordenador/internet y la televisión digital. Esta hipótesis hace surgir nuevas cuestiones sobre las diversas formas de participación y sobre cómo utilizan los niños estos medios y las gratificaciones que obtienen. Algunas investigaciones demuestran que los juegos de ordenador ayudan a la mayoría de los niños a desarrollar destrezas en la resolución de problemas (Weber y Fazal, 1994) (si bien una tercera parte de los niños estudiados en dicha investigación se sienten agresivos después de jugar con el ordenador) y también les permite desarrollar mejor su creatividad (Sefton-Green, J. and Buckingham, D, 1996).

El papel de los media como agente socializador, en relación, o quizá en conflicto también, con otros agentes de autoridad y socialización (padres, escuela y amistades) ha sido objeto de numerosas investigaciones. Meyrowitz (1984) dice que la socialización en el universo electrónico genera el niño adulto, debido a que, a través de los medios de comunicación, tiene acceso a contenidos que le están vedados por razón de edad, lo cual produce una pérdida prematura de la inocencia. Liebes (1991) muestra cómo las imágenes de la TV tienen, a veces, más fuerza que los valores transmitidos por los padres durante el proceso de socialización. Pero la incorporación de ordenadores/conexión a Internet, televisión y otros equipamientos en las escuelas puede proporcionar, también, una más armoniosa relación entre las autoridades tradicionales y las actividades domésticas de los niños.

¿Cuál es el papel de los sistemas de estratificación, clases sociales, educación.., en la creación de desigualdades en el acceso a los media, su conocimiento y uso? Mientras que el análisis de la audiencia enfatiza la heterogeneidad de ésta con respecto a factores socio-culturales (e. g. Moores, 1993; Morley, 1986; Silverstone et al , 1989 ), la corriente de la gap hypothesis muestra que los grupos más privilegiados, pero también los más motivados obtienen más de los media. Como consecuencia, se crean mayores desigualdades en el conocimiento en vez una homogeneización cultural de la audiencia. ¿Qué desniveles de información y competencia pueden estar implantándose debido de las diferencias en cuanto a recursos materiales, accesibilidad e interés y apoyo familiar?

La importancia del contexto familiar en la formación de pautas de relación con los media ha sido objeto de numerosos estudios durante los últimos años (Bausinger, 1984; Goodman, 1983; Liebes, 1991; Livingstone, 1992; Silverstone, Morley, Dahlberg y Livingstone, 1989; Huston & Wright, 1996) o el rol particular de las madres (Nikken, Van der Voort, & Van Bochove, 1996; Orozco Gómez G, 1996). Más que analizar al niño durante su relación personal con los medios de comunicación, su toma de decisiones individual y la organización de su tiempo entre otras cuestiones, la investigación propuesta estudia al niño en el contexto familiar, con sus parámetros culturales y sociológicos. De esta forma, podemos preguntarnos sobre cuestiones relativas al rol de los padres, los medios electrónicos domésticos, la distribución espacial del hogar y las pautas de la dinámica familiar, como factores extramediáticos determinantes para poder entender la relación entre el niño y la TV. O el de los maestros, cuya mediación sistemática podría intensificar las habilidades interpretativas de la televisión por parte de los niños (Tidhar, 1996).

Una revisión realizada por Comstock y Paik (1991) indica que la relación de los niños con la televisión está siendo determinada por su disponibilidad de tiempo libre, una aproximación no selectiva en su programa elegido y una escasa implicación con lo que ven. Estas pautas pueden cambiar en la medida en que las telecomunicaciones y otros tipos de medios de comunicación (canales musicales, juegos de ordenador,...) están, cada vez más, dirigidos a los niños y a los jóvenes como nuevos consumidores con poder adquisitivo y que prefieren tener su propio equipamiento antes que compartir el familiar (Sherman, 1996).

Una buena parte de las investigaciones se preocupan de los efectos que los mass-media producen en los niños (Comstock y Paik, 1991). Pero sólo unos pocos se preguntan por qué ven la televisión y qué les gusta de ella. Del mismo modo, es cada vez mayor la literatura sobre las audiencias de los nuevos media electrónicos y apenas una pequeña parte de ésta se centra en el estudio de la audiencia infantil y adolescente, si bien los adolescentes son consumidores privilegiados de videojuegos y juegos de ordenador. Por una parte, los juegos que prefieren son habitualmente los violentos (Funk and Buchman, 1996), y por otra, estos juegos en general pueden crear en una pequeña minoría patologías adictivas (Fischer, 1994).

La violencia y el sexo en la programación infantil de televisión ha sido y es una constante preocupación en la atención de investigadores, educadores y en las administraciones de todo el mundo y en particular en los Estados Unidos (Dubow and Miller, 1996; Kubey, 1996; Wartella, 1996) como lo refleja la aprobación de "The children´s Television Act of 1990" (Knell, 1995), si bien ha tenido sólo una pequeña incidencia positiva en la televisión infantil (Hayes, 1994), y la implantación del V-chip en los televisores para el control de la programación violenta, pornográfica o soez que puede estar al alcance de los niños, a partir de la "Telecommunications Competition and deregulation Act", aprobada por el Congreso norteamericano en 1996 (Potten & Warren, 1996; Makris, 1996).

En Europa , la sensibilidad social y política en estos temas de televisión y niños es elevada y organismos como el British Broadcasting Council y el Conseil Superieur de l´Audiovisuel en Francia realizan una importante labor en este terreno. El Parlamento español aprobó la Directiva del Consejo de Europa, la llamada "Televisión sin fronteras", (1989), y su modificación de 1997, introduciéndolas en la legislación nacional. Estas directivas contienen en su articulado una normativa dirigida a la protección del menor y sobre la programación destinada al público infantil, para que las Instituciones velen porque los contenidos de los programas en sus respectivos países no vayan en contra del desarrollo mental, físico o moral de los niños. Particularmente, para que estos programas no contengan pornografía ni violencia. A partir de las 22.00 termina el horario de protección infantil y las cadenas pueden emitir espacios con contenidos de violencia y de sexo, y hay que tener presente que en esa franja horaria todavía hay más de 800.000 españoles menores de 14 años viendo la televisión.

Por otra parte, casi todas las leyes españolas concernientes a los derechos de emisión como la ley de creación del Ente de RTVE, la Ley de Terceros Canales, o las Leyes de creación de las Televisiones de las Comunidades Autónomas (Pais Vasco, Cataluña, Galicia, Valencia, Andalucía y Madrid) que poseen canales propios de televisión, tienen artículos similares a los mencionados. Pero hay una importante laguna en la ley de televisiones privadas, donde no se hace referencia a la protección de los niños y jóvenes. Por ello, el 26 de marzo de 1993, el Ministerio de Educación y Ciencia firmó un acuerdo de autorregulación de programas para niños y jóvenes, a modo de código ético, con TVE, Antena 3 TV, Tele 5 y Canal +, que tampoco ha tenido mejores resultados. Por su parte, el 20 de diciembre de 1993 se constituyó la Comisión Especial Sobre los Contenidos Televisivos del Senado. Esta comisión ha realizado una exhaustiva evaluación del estado de los contenidos televisivos a través de las comparecencias de personas pertenecientes a los más diversos ámbitos de la sociedad adoptando una serie de orientaciones sobre la tv para la infancia y la juventud.

2. Uso y consumo de los media por niños y jóvenes

El nivel de equipamiento de nuestros hogares en televisores, video, dvd, cámaras digitales, gameboys y consolas de video juegos, y del que disfrutan nuestros hijos, incluido el teléfono móvil, es elevado y muy similar al del resto de los países de la Unión Europea, excepto en número de ordenadores y acceso a Internet, que es menor. Todos los niños y jóvenes, de cualquier edad, tienen prácticamente un aparato de televisión en color en su casa, casí el 60% de los hogares disponen de dos o más televisores, y prácticamente todos los hogares con niños tienen un vídeo/dvd. Este nivel tecnológico hace que muchos niños y jóvenes tengan su propio equipamiento en la habitación, incluida a veces la conexión a Internet, lo que hace que los controles parentales, por ejemplo, del uso en tiempo y contenidos de la televisión o su navegación en la red, son  mucho menores a los que había anteriormente, y a que se genere una autonomía de consumo en sus habitaciones, lo que en el mundo anglosajón se conoce como bedroom culture (cultura de la habitación). En las fechas en que realizamos el trabajo de campo de nuestro estudio, el 63% de los niños ingleses y el 60% de los niños daneses tenían su propio receptor de televisión en la habitación. En la encuesta realizada en el Reino Unido en el 2004 y publicada con el título, “UK children go on-line”, añade que la quinta parte de los niños (19%) tienen acceso a Internet en sus propias habitaciones: 22% de chicos frente al 15% de chicas, 21% de clase media frente a 16 de clase trabajadora, 10% de 9 a 11 años frente a 26% de 16 a 17 años.

 

Tabla nº1. Evolución del equipamiento de los hogares españoles (% de hogares)

 

 

1988

1993

1998

2003

televisión

98.2

99.0

99.5

99.6

   una

76.5

52.3

40.3

39.7

   dos o más

21.6

46.8

59.2

59.8

   con dvd conectado

--

--

--

24.4

antena parabólica

0.4

2.6

9.0

14.3

video

25.9

54.5

69.2

70.7

tv de pago,  % abonados

--

--

--

20.1

cable

4.4

2.9

3.9

7.5

cámara de video

0.6

6.2

12.8

17.4

ordenador personal

 

 

 

 

   con cd-rom

--

--

16.9

35.7

   con dvd

--

--

--

16.4

   con modem

--

--

6.0

25.6

   portátil

--

--

--

3.7

video consola

--

--

18.5

18.0

radio

88.9

96.0

96.9

96.0

   solo radio

--

69.1

68.2

66.6

   radio cassette

--

69.9

67.1

54.5

   cadena hi-fi

15.2

40.2

58.9

61.3

telefono

64.3

80.6

89.8

97.1

   fijo

--

--

--

--

   móvil

--

--

--

74.3

Fuente: Informe del Estudio General de Medios 2004. Pude consultarse en http://www.aimc.es

 

El uso de los equipamientos tecnológicos en el hogar es básicamente para el entretenimiento y el juego. El único equipo que además de una función lúdica tiene un uso escolar es el ordenador. Para algunos adolescentes el ordenador se convierte en una herramienta importante de estudio: escritura y presentación de trabajos, búsqueda de documentación (sobre todo en Internet y/o consulta de enciclopedias en cd) y aprendizaje de inglés. La televisión y el vídeo sólo tienen uso educativo en algún caso absolutamente excepcional (por ejemplo: videos del National Geographic).

La televisión continua dominando el ocio de los niños europeos: en todos los países es el medio más usado, sobre el que más se habla con la familia y amigos, y el que se elige con más frecuencia para el entretenimiento y para combatir el aburrimiento.

Los niños y jóvenes españoles ven la televisión casi todos los días de la semana y le dedican algo más de  dos horas y cuarenta minutos. De los cuales algo más de media hora se debe  al consumo medio de vídeo/dvd al día, con una frecuencia de algo más de 2 días a la semana. Los niños de 4 a 12 años son el grupo de edad –seguido de los jóvenes y adultos jóvenes de 13 a 24 años- que menos tiempo pasa frente al televisor, frente a más de tres horas y tres cuartos que consumen el resto de los españoles. La diferencia más notable se da con los mayores de 64 años (obviamente los que más tiempo tienen por estar jubilados) que dedican cinco horas media, el doble que los niños. Aunque los controles de audiencia a través de audímetros (Nielsen-Sofres) se realizan a partir de los 4 años, y sabemos que a esa edad ya un 91.2% ve la televisión, antes, a partir de los 2 años, el 55% de los niños españoles ve la televisión de acuerdo con las respuestas que dan sus padres en las encuestas sociológicas.

Tabla nº2. Tiempo empleado por los niños europeos en cada medio, por género y edad 

(minutos por día)

 

MEDIA

chicos

chicas

9-10 años

12-13 años

15-16 años

Televisión

134

130

118

137

136

Audio media (música...)

73

98

48

78

120

Juegos (PC, consola,...)

47

14

29

34

27

Video/DVD

33

25

30

30

27

Libros

15

28

25

24

16

PC (no para juegos)

23

11

11

17

21

Comics

13

7

14

12

6

Revistas

9

11

6

11

11

Periódicos

9

7

3

7

11

TOTAL

356

331

284

350

375

Fuente: Nuestra propia encuesta europea citada en “Chidren and Their Changing Media Environment. A European Comparative Study”. Lawrence Erlbaum Associates, Mahwah (New Jersey) y London, 2001.

En los últimos años, salvo en Gran Bretaña y los países escandinavos, se ha dado una tendencia a reducir sensiblemente la programación infantil, quedando arrinconada a algunas horas en torno al desayuno y a las mañanas de los sábados y domingos. La razón básica ha sido que las televisiones públicas, pero sobre todo privadas, han acentuado el peso “generalista” de su programación y han entendido que los niños de  4 a 12 años son el grupo de población menos relevante, representan sólo 10.1% de la población española, y entre un 6-7,5% de la audiencia media de la televisión dependiendo de la temporada. Además no tienen un importante poder adquisitivo directo, aunque sí por inducción de sus mayores.

Existen importantes diferencias en sus gustos televisivos marcadas por la edad y el sexo. A los más pequeños (6 y 7 años) les gustan abrumadoramente los dibujos animados, en especial a los niños (66%), y a las niñas también los shows familiares (29%). A los jóvenes adolescentes, chicos y chicas, les gustan sobre todo las teleseries y los shows familiares, aunque ya hay algunas importantes diferencias.. En los chicos adolescentes el programa favorito es el deporte (30%), mientras que ellas prefieren las series (37%).

 

Tabla nº3. Programas de TV preferidos por los niños europeos de acuerdo con la edad

 

 

6-7 años

9-10 años

12-13 años

15-16 años

chicos

dibujos animados (63%)

series (8%)

magazines (7)

dibujos animados (23%)

series (20%)

deporte (15%)

series (22%)

deporte (15%)

comedias (15)

deporte (22%)

comedias (16%)

series (16)

chicas

dibujos animados (48%)

series (11%)

culebrones (10)

culebrones (29%)

series (25%)

dibujos animados (13)

culebrones (35%)

series (30%)

comedias (13%)

series (33%)

culebrones (28%)

comedias (14%)

Fuente: Nuestra propia encuesta europea citada en Chidren and Their Changing Media Environment. A European Comparative Study. Lawrence Erlbaum Associates, Mahwah (New Jersey) y London, 2001.

 

En cualquier caso, conviene destacar que los niños y los adolescentes prefieren abrumadoramente la programación de adultos (75%) frente a la programación infantil-juvenil (25%). Esta tendencia obviamente se acentúa con la edad, y ya en los adolescentes de 15 y 16 años su gusto por la programación de adultos se eleva al 92%. Existe una diferencia notable por razones de sexo, ya que en las niñas las preferencias por los programas de adultos son elevadas incluso a la edad de 6 y 7 años (50% las niñas respecto al 27% los niños), y así se mantienen siempre por encima hasta los de mayor edad, aunque las diferencias son muy pequeñas a edades superiores.

 

Tabla nº4. Carácter del programa favorito de niños y jóvenes europeos por país, género y edad

 

 

 

Suiza

Alemania

España

Reino Unido

Suecia

6-7 años

infantil

--

82

60

68

64

 

familiar/adulto

--

18

40

32

35

9-10 años

infantil

48

55

25

27

19

 

familiar/adulto

52

45

75

73

81

12-13 años

infantil

14

19

13

12

3

 

familiar/adulto

86

81

87

88

97

15-16 años

infantil

18

18

8

8

2

 

familiar/adulto

82

82

92

92

98

Fuente: Nuestra propia encuesta europea citada en Chidren and Their Changing Media Environment. A European Comparative Study. Lawrence Erlbaum Associates, Mahwah (New Jersey) y London, 2001

 

Aunque estas reflexiones no pretenden ser una promoción de la televisión digital de pago, es necesario constatar como la programación favorita de los niños que ven televisión generalista  es la programación de adultos progresivamente (40% para niños de 6-7 años: 75% para 9 y 10 años; 87% para 12 y 13) , mientras que los niños (entre 4 y 12 años) que tienen contratado Digital+  entre sus primeros 10 canales de audiencia son casi todos infantiles y por este orden: Cartoon Network, Fox Kids, Nickelodeon, Disnney Channel, FDF, Disney Ch+1, FOX, Toon Disney, Eurosport y C+ Deporte 1 (Nielsen Sofres, Julio 2004).

Ver la televisión y el vídeo es sobre todo un acto social, y lo normal es que nuestros hijos vean su programa favorito de televisión  en compañía de la madre (39%), el padre (28%), la hermana/s (24%), el hermano/s (30%) o un amigo o amiga/s (9%). Sólo una pequeña minoría (16%) de los niños y jóvenes lo ven solos. 

3. Control y reglas de los padres para el uso de la televisión.

La violencia y el sexo en la programación infantil de televisión ha sido y es una constante preocupación de los padres, los educadores y de las administraciones de todo el mundo.  Esta preocupación ha llevado en Estados Unidos a  la implantación del violence-chip en los televisores, fabricados a partir del 1 de Enero de 2000, para el control en la programación del diálogo sugestivo, el lenguaje vulgar, las situaciones sexuales, la violencia y la violencia de fantasía que puede estar al alcance de los niños (www.tvguidelines.org).

El Parlamento español aprobó la Directiva del Consejo de Europa, la llamada “Televisión sin fronteras”(1989), y su modificación de 1997, introduciéndolas en la legislación nacional. Estas directivas contienen en su articulado una normativa dirigida a la protección del menor y sobre la publicidad y la emisión de programación no destinada al público infantil, así con las diferentes legislaciones autonómicas, entre ellas la ley de creación de Euskal Irrati Telebista.

En la familia, también las madres y los padres llevan a cabo una actividad reguladora sobre la gran cantidad de aparatos que tienen sus hijos en el hogar, y tratan de influir en los consumos que de ellos hacen. No hay diferencias apreciables entre el control que ejerce la madre o el padre, aunque hay una ligera tendencia a que sea la madre la que controle más estas actividades. El control de los progenitores es mucho menor en lo que se refiere a escuchar música, leer libros o usar-jugar con el ordenador, si bien recientemente se ha despertado un control sobre la navegación a páginas de contenido sexual y chats a las que pueden tener acceso niños y jóvenes (http://www.internetsegura.net). A medida que los niños llegan a la adolescencia el control de los padres sobre sus actividades disminuye, pero tampoco de una manera drástica. En cuanto a ver la televisión el control de los padres decae mucho, pero, por ejemplo, el control sobre el uso del teléfono se acentúa hasta la adolescencia.

En general parece que hay tres reglas sobre el uso de la televisión, prácticamente fijas en todos los hogares, que “los hijos aceptan y respetan” y que, evidentemente, algunas madres y padres niegan su existencia.

La primera es la hora de ir a la cama, que está marcada por razones de edad. La escala puede oscilar de las 9.45 de la noche para el niño de 6-7 años, cuando al día siguiente hay clase, hasta las 11.15 PM para el adolescente de 15-16 años.

La segunda es el exceso de consumo de televisión.

La tercera es la de prohibición de programas violentos y los de  sexo, de los que algún padre en las entrevistas personales llega a decir que son “verdadera pornografía”. Sin embargo, la preocupación de los padres respecto al sexo explícito o al material pornográfico en los últimos años se ha desplazado con gran diferencia de la televisión a Internet, aunque en realidad en la encuesta real de los jóvenes la importancia de la televisión y el video se mantiene alta todavía.

 

Tabla nº5. Preocupación de los padres británicos sobre el medio en que sus hijos (9-17 años) obtienen contenidos de sexo explícito o pornográfico (2004)

 

porcentaje

medio

53%

Internet

20%

televisión

9%

video/DVD

5%

revistas

Fuente: elaboración propia con datos de UK Children go on online

 

Tabla nº6. Dónde han visto pornografía los jóvenes británicos (12-19 años) (2004)

 

porcentaje

medio

68%

Internet

52%

Televisión

46%

Revistas

30%

Video/DVD

Fuente: elaboración propia con datos de UK Children go on online

 

Aunque no parece que hay una prohibición expresa,  los padres no quieren que sus hijos vean determinados programas, como los “reality shows”, por ejemplo. Por el contrario, les gusta que sus hijos vean documentales sobre Naturaleza. En cualquier caso, madres y padres parecen defender la vía de la persuasión sobre la imposición, ya que con ésta se suele conseguir menos.

 

Tabla nº7. Los programas más vistos en 2004 por los niños de 4 a 12 años

 

Cadena

Nº de emisiones

Hora de Inicio

Público infantil

El Inquilino

A-3

3

21.56

497.000

Mis adorables vecinos

A-3

19

22.06

478.000

Manolito Gafotas

A-3

13

21.40

447.000

Los Simpson

A-3

364

14.11

437.000

Los Serrano

T-5

26

22.08

423.000

Ana y los 7

TVE-1

22

22.05

409.000

Fuente: GECA sobre datos de Nielsen-Sofres

 

4. La adicción a Internet  es quizá un mito, aunque la tentación pornográfica para los niños es real.

Helena Matute, catedrática de Psicología de la Universidad de Deusto, en unas declaraciones al diario El País (31-5-2004) a raíz de la publicación de su libro Adaptarse a Internet. Mitos y realidades sobre los aspectos psicológicos de la red, decía: “Hay demasiados mitos. En realidad, Internet no genera adicción ni depresión, sino ansiedad, y sólo en las primeras fases, cuando aún no sabemos desenvolvernos. El cibersexo a veces es patológico, pero en la mayoría de los casos es simple entretenimiento o curiosidad. La gente, a condición de mantener el anonimato, a veces es más sincera en Internet que en el mundo físico”.

Respecto a dos de las características apocalípticas más denostadas de Internet: el carácter patológico del cibersexo y la adicción a la red, la profesora Matute  dice que en cuanto al número de personas para las que el cibersexo es patológico es relativamente pequeño, un 8%, porcentaje similar al de la población en general. Y respecto a la adicción a Internet, aunque algunos de su colegas no estén de acuerdo, aclara: “Un par de datos indican claramente que no existe. Uno, que según las estadísticas, lo que hacen los supuestos adictos cuando están en Internet es charlar con sus amigos. Si estuvieran charlando en en el bar nadie diría que son adictos. Y dos, que en la mayoría de los casos la supuesta adicción desaparece en menos de un año. Al principio la red puede fascinar a cualquiera. Las adicciones, en cambio, se agravan con el tiempo. Por eso no es adicción, aunque no descarto que puedan tener problemas. Hay que hace un diagnóstico individualizado para saber si es un desajuste pasajero o un problema serio”. Afortunadamente no se relaciona Internet con el consumo de drogas en España, ya que el Observatorio Europeo de Drogas y Toxicomanías (OEDT) certifica en su informe del 2004 las tendencias alcistas en el consumo de drogas en España en los últimos años, que la sitúa en el trío de cabeza de la Unión Europea con los peores ratios de consumo de cannabis y cocaína; 36.1% de los estudiantes de 14 a 18 años admiten haber consumido maría en los últimos 12 meses y el 6.8% entre los jóvenes de esa edad coca. En consumo de éxtasis estamos los cuartos, por detrás de dos potencias informáticas como son Holanda y Reino Unido.

Un estudio internacional realizado este año sobre el uso de Internet en 14 países[1] por el UCLA World Internet project en el 2004, entre los que se incluye España, revela que los usuarios de Internet ven menos la televisión que los no conectados. Chile y Hungría son los dos países donde los internautas han reducido más su consumo de televisión: a causa de la red ven una media de cinco horas y 42 minutos menos de televisión a la semana. En contra de otro de los mitos sobre Internet, este estudio constata que, en todos los países analizados, los internautas dedican más tiempo que los no usuarios a las actividades sociales.

 

Tabla nº8. Evolución de la audiencia de Internet y de Televisión en España

 

1996

1997

1998

1999

2000

2001

2002

2003

Internet

1,0

2,7

4,6

7,0

12,6

20,4

22,5

26,9

Televisión

91,3

90,7

89,4

89,4

89,2

89,2

89,9

90,7

Fuente: EGM, elaboración propia. Nota: para la audiencia de televisión es haber visto la televisión  algunos minutos el día anterior. Usuario de Internet significa haber accedido a la Red al en los 30 últimos días.

La Europa de los 25 países arranca con 185 millones de Internautas, situándose España[2] entre la vieja Europa, cuyo porcentaje de usuarios es del 45.3%, y los nuevos miembros, en los que la media sólo alcanza el 21.9%. Según la primera oleada de encuestas de Estudio General de Medios del año 2004 (www.aimc.es) el 31.5% de los españoles mayores de 14 años están conectados a Internet, un nivel algo inferior, al de Irlanda, Bélgica, Italia, Francia, Estonia y Lituania, y muy inferior al de Suecia (76.9%), Holanda (66.0%), Dinamarca (62.5%), Reino Unido (58.85)  y Alemania (54.3%). El incremento de 5.9 puntos respecto al año anterior demuestra el fuerte desarrollo que está teniendo el uso de la red, ya que es el incremento mayor de toda la historia. El uso de los jóvenes de Internet (de 14 a 19 años) es del 69.14%, sólo comparable a los adultos jóvenes (20 a 24 años) y muy superior a todos los bloques de edad, especialmente a partir de los 45 años. En el Reino Unido, por ejemplo, las tres cuartas partes de los niños de 9 a 19 años tienen acceso a internet desde un ordenador de casa y el 92% desde la escuela. Su consumo mayoritario (67%) es inferior a la hora diaria, lo que le hace distar todavía mucho del consumo televisivo.

 

Tabla nº9. Porcentaje de usuarios de Internet en Europa. Mayo 2004

 

 

población en millones

% de usuarios

Alemania

82.63

54.3%

Francia

59.69

37.3%

España

41.89

32.5%

Estonia

1.26

35.9%

Holanda

16.36

66.0%

Italia

56.15

35.4%

Portugal

10.38

     19.2%

Reino Unido

59.15

58.8%

Suecia

8.99

76.9%

Fuente: diario El País

 

Tabla nº10. Audiencia de Internet en España. Perfil por edad. Acumulado 2003

 

 

población

usuarios último mes

14 a 19 años

8.2%

18.0%

20 a 24 años

9.0%

18.2%

25 a 34 años

19.4%

29.9%

35 a 44 años

17.9%

19.3%

45 a 54 años

14.3%

10.7%

55 a 64 años

11.5%

3.2%

65 o más

19.7%

0.9%

Fuente: Marco General de los Medios en España. AIMC.2004

 

Los servicios más utilizados en el último mes por la población en general han sido   con gran diferencia la navegación por las webs (92.%) y el correo electrónico (82.1%), y a una distancia importante la trasferencia de ficheros (29.3%) y el uso de los chats (25.6%). Aunque existen programas para controlar contenidos no adecuados para niños[3] (http://www.internetsegura.net), no deja de ser inquietante que, según un estudio del órgano de la Comisión Europea, Investigación Europea de Asuntos de los Consumidores (ERICA), dentro del programa Internet más segura, del medio centenar de sitios web infantiles con más tráfico (en alemán, inglés, francés, italiano, español, holandés y catalán), la cuarta parte incluye material que el Ejecutivo comunitario considera inadecuado para los niños tales como juegos e imágenes violentas, juegos de azar, apuestas, chistes sexistas, información sobre artes marciales y enlaces a agencias de contactos. Por otra parte, desde hace algún tiempo se observa en Internet la proliferación de webs que hacen la apología de la anorexia (pro-ana) y la bulimia (pro-mia), que deterioran gravemente las conductas alimentarias, y promueven dietas y trucos para perder peso que entrañan serios problemas para la salud, especialmente de las jóvenes adolescentes. Al ser webs de carácter general no están tipificadas como delictivas, aunque esas secciones supongan un serio problema para pacientes con dichos problemas.

 

Tabla nº11. Tiempo diario que los niños y jóvenes británicos usan Internet (2004)

 

porcentaje

tiempo de uso diario

19%

10 minutos

25%

30 minutos

23%

60 minutos

14%

de 1 a 2 horas

6%

de 2 a 3 horas

5%

más de 3 horas

Fuente: elaboración propia con datos de UK Children go on online

 

Tabla nº12. Principales usos de Internet por los niños y jóvenes británicos (2004)

 

porcentaje

uso

90%

para trabajos de escuela, instituto y Universidad

94%

para obtener información para otras cosas

72%

para enviar y recibir mensajes

55%

para enviar y recibir mensajes instantáneos

45%

para descargar música

21%

uso de chats

Fuente: elaboración propia con datos de UK Children go on online

 

Quizá uno de los problemas más importante de los niños y jóvenes con Internet es la facilidad que tienen para encontrar sexo y pornografía en la red. No sólo en las web en general, sino a veces en la específicas infantiles. De hecho, según el estudio británico “UK children go online” realizado en los primeros meses del 2004 más de la mitad de los niños y jóvenes británicos han tenido contacto con pornografía online al menos una vez a la semana (aunque todavía no es el caso español, pero lo será en breve).

 

Tabla nº13. Contacto de los niños y jóvenes británicos con la pornografía en Internet (2004)

porcentaje

tipo de contacto

57%

navegando han tenido al menos una vez a la semana contacto con pornografía online

38%

han visto una pop-up pornográfica mientras hacían otra cosa

36%

han encontrado accidentalmente una web pornográfica cuando buscaban otra cosa

25%

han recibido correo (spam) pornográfico por e-mail o mensajería instantánea

10%

han visitado a propósito una web pornográfica

9%

le ha enviado pornografía alguien que conoce

2%

le ha enviado pornografía alguien que ha conocido en la red

Fuente: elaboración propia con datos de UK Children go on online

 

Si dejamos al margen la natural curiosidad sexual que motiva esa búsqueda, y que no tiene en general mayores consecuencias, el problema reside en cómo esa facilidad para encontrar páginas sexuales, en las que buena parte de ellas permiten poner al alcance de los niños toda clase de comportamientos sexuales poco naturales, fantasías y desviaciones sexuales, va a influir en el comportamiento de los niños y los jóvenes. ¿No acabará pareciéndoles normal cualquier fantasía y/o desviación sexual que hayan visto con frecuencia? ¿Les podrá condicionar sus propias inclinaciones sexuales?. La profesora Matute, en su libro citado, da un consejo práctico no exento de lógica:

“Por mucho que todos los estudios que he descrito estén realizados únicamente con adultos, y por mucho que deben pasar aún unos cuantos años antes de que podamos saber a ciencia cierta cuáles van a ser las consecuencias a largo plazo de la Internet de hoy en los adultos de mañana, creo que yo no dejaría a los niños sueltos por la Red. Cuando salen por ahí con amigos, en el mundo físico, solemos preocuparnos de a dónde van y con quién. En Internet deberíamos actuar exactamente igual. No hay ninguna razón par suponer que en Internet van a encontrarse con menos peligros que en la vida real”.

5. La pequeña revolución silenciosa del teléfono móvil

Posiblemente ninguna tecnología en la historia ha tenido un grado de penetración tan rápida y tan extensa entre los jóvenes como ha sido el teléfono móvil, y ninguna ha influido tan aceleradamente en sus vidas. La gran mayoría de los jóvenes españoles[4] tiene teléfono móvil (89.2%) según el estudio “Uso y actitud de los jóvenes hacia Internet y la telefonía móvil”, dirigido por los profesores del IESE, Josep Valor y Sandra Sieber, además su uso no tiene relación con el grado de conocimientos tecnológicos de los jóvenes, como puede suceder con el ordenador. Este nivel de equipamiento es bastante similar al países de nuestro entorno, si bien algunos de ellos, como Italia, el éxito de la revolución del móvil se extiende a las más cortas edades, así uno de cada dos niños italianos de entre siete y los once años tiene un teléfono celular. Entre los factores de éxito de esta revolución tecnológica está el que el teléfono móvil contribuye a la socialización de los menores, ya que reduce la soledad y la ansiedad, aumenta el sentido de la seguridad (muchas veces son los padres los que llaman a sus hijos para saber donde están) y mantiene la cohesión entre los miembros de una familia o entre los amigos ("The cellphone is not for her convenience. It's for her security. It's for my peace of mind." Declara Marikay Termi, cuya hija lleva el móvil al instituto, al The New York Times, 29-09-2004). El 64.7% de los jóvenes españoles llaman a sus amigos varias veces al día, o casi todos los días, y a sus padres en el 42.3% con la misma frecuencia.

Prácticamente las desventajas del uso de los móviles por niños y jóvenes se reducen a dos. La primera es que el lenguaje sintético que usan en los mensajes de texto, y un tanto críptico para los adultos, tiende a empobrecer su lenguaje, sobre todo entre los más pequeños que no lo han enriquecido todavía, por lo que algunos especialistas desaconsejan los móviles para menores de 14 años. La segunda es de orden médico. Algunos especialistas, entre ellos el catedrático de biología William Steward que hizo el informe sobre “móviles y salud” que lleva su nombre en el 2001 para el Departamento de Salud del Gobierno Británico, desaconseja el uso excesivo de móviles a los menores de 16 años ya que si la exposición a ondas electromagnéticas provoca efectos nocivos para la salud, éstos serían más negativos en los jóvenes, dado que sus cráneos son más delgados y absorben más fácilmente las radiaciones.

Aunque evidentemente el uso de los móviles tiene también un componente lúdico, incluso de juego en los móviles de última generación, prima el componente comunicativo como lo demuestra el hecho de que los mensajes, las llamadas y la localización del usuario por amigos y/o familiares sean los aspectos más valorados. En torno al 63% de los jóvenes envían varios mensajes al día, y 27% casi todos los días. Las chicas utilizan más el SMS que los chicos. Y en general, los jóvenes que hacen más llamadas son los que más usan el SMS. Además de las llamadas y de los mensajes, el móvil cumple una función de agenda, muy importante, prácticamente todos han desechado el papel, y sin embargo otras funciones posibles (y que quizá a medio plazo puedan tener un gran éxito con la tecnología UMTS) como los juegos, el correo electrónico, la recepción de noticias y la navegación por Internet con el móvil tienen todavía un uso muy restringido.

6. Creencias, valores y actitud de futuro

Unas de las cuestiones que parecen más claras entre los niños y jóvenes en España es su pragmatismo y materialismo. Los mitos y modelos de estos niños y jóvenes no contienen valores ni actitudes altruistas como lo demuestran sus preferencias: modelos, cantantes, actores, actrices, diseñadoras de moda, profesiones bien remuneradas y valoradas en la escala social como abogados, y en otros casos alguna profesión un poco más inusual como astronauta o arqueóloga. En general observamos el predominio de profesiones que permiten ganar dinero, ser famosos/as y alcanzar un estatus socioeconómico elevado. Desde luego no nos encontramos con profesiones para ayudar a los demás, al estilo de médicos/as, enfermeros/as, bomberos/as, etc., y ni mucho menos desean ejercer un oficio: carpintero/a, jardinero/a, fontanero/a, electricista, etc., ni tampoco carreras técnicas o sociales que tampoco dan mucho dinero, ni "status", como físicos/as, psicólogos/as, profesores, etc.. Da la impresión de que los jóvenes están deslumbrados por el éxito económico y social.

Este materialismo y pragmatismo (los padres y los profesores han insistido en sus entrevistas que estos valores son los predominantes en la sociedad en que viven sus hijos) se expresan en una actitud y un comportamiento claramente consumistas. También es verdad que estos valores conviven con otros más deseables desde el punto de vista de padres y profesores, como son el pacifismo, la tolerancia, etc.. Pero estos valores no surgen de forma clara en el discurso de los niños y de los jóvenes sino que los conocemos por la información obtenida de los padres y educadores.

Ahora bien, tenemos la impresión de que los medios tecnológicos no tienen especial incidencia ni llegan a determinar los valores de la juventud. Se trata más bien de los valores de la sociedad en general, que los medios los trasmiten más o menos expresamente, dando por tanto las pautas de comportamiento. En realidad, más que la propia tecnología son los contenidos de los medios de comunicación de masas quienes están creando, modificando o enterrando valores.

Cuando preguntamos y planteamos a los niños y a los jóvenes que nos dibujasen su futuro hogar, la tendencia es a describir una casa de lujo, grande, bonita, espaciosa, con garaje, piscina, jardín, moderna y con un gran nivel de equipamiento tecnológico. En esta casa de lujo que desean tener (los menores fantasean con una casa más lujosa, los mayores son un poco más realistas) están todos los equipamientos de los que hemos hablado y otros futuros. De forma genérica dicen los jóvenes que "todos serán mejores" e incluso llegan a anticipar algunas cosas, muy variadas y poco compartidas por todo el colectivo: videoteléfonos, mandos a distancia que se activan con la voz, mejores aparatos (más grandes, portátiles,...), casas automatizadas y digitales (domótica), etc. En resumen, los jóvenes creen (desean) que van a poseer en el futuro una casa de lujo con todos los aparatos tecnológicos posibles y con un alto nivel de automatización que simplifique y que integre el uso de esos aparatos. Pero al mismo tiempo, nos hacen una descripción bastante sombría y pesimista del mundo en el que vivirán. Mientras en sus hogares todo será tecnología, comodidad, adelantos, equipamientos, confort e incluso lujo, en el exterior, en el plano de las relaciones humanas, creen que se encontrarán con un mundo triste, frío y distante con sus semejantes. En su opinión, en el futuro habrá más violencia, menos respeto a los padres, peores relaciones padres-hijos, menos comunicación entre las personas, más prisas, etc.

 7. Algunas conclusiones

Los niños y los jóvenes actuales tienen una relación perfectamente normal con las nuevas y viejas tecnologías de la información; diferencia, por otra parte, que ellos no perciben. Existe una estrecha relación de cotidianidad entre los jóvenes y los aparatos. Ninguno se extraña, ninguno declara tener mala relación o alguna prevención, ninguno parece tener una relación patológica con ellos. Los conocen, los manejan y usan, los sacan un rendimiento, etc. Se trata de una relación de normalidad y de integración en su vida cotidiana. Desde ese punto de vista, cada equipamiento tecnológico tiene su función y todos son buenos porque tienen una función. Lógicamente, unos les gustan más que otros pero nada más. Evidentemente esta es una relación bien diferente a la que han tenido y tienen sus padres y sus abuelos con las tecnologías de la información y la comunicación, ya que cuando fueron jóvenes quizá el único aparato que había en su casa era la radio, después vieron entrar su primera televisión en blanco y negro con una o dos cadenas, y han visto luego aparecer el resto: video, ordenador, videoconsola, internet, dvd, etc.

Los niños y los jóvenes tienden a pensar que los aparatos que manejan con más asiduidad (televisión, vídeo/dvd, ordenador, consola, juegos electrónicos, walkman, cadena de sonido, radio), sólo tienen una versión lúdica. Aunque el factor de diversión es importante también en los teléfonos móviles, en su uso prima el factor comunicación, como lo demuestra el hecho que los mensajes, las llamadas y la localización sean los aspectos más valorados y con mucha diferencia respecto a otros. Los mayores encuentran también un uso escolar al ordenador/internet, pero incluso éstos sólo usan los aparatos tecnológicos para jugar o distraerse. Así, el ordenador, la consola y los juegos electrónicos tienen un rol de juego; el vídeo, la televisión, la radio, el walkman y la cadena de sonido tienen un rol de entretenimiento; ninguno de ellos tiene un rol de cultura; y sólo el ordenador/internet para los mayores tiene cierta asociación con un rol de trabajo. Ese componente lúdico asociado a los equipamientos tecnológicos es el que permite que los jóvenes vean estos aparatos como medio de comunicación en tres sentidos:

Primero, el mero hecho de usarlo en compañía de amigos, hermanos, padres o parientes hace, desde su punto de vista, que tengan que relacionarse con ellos, aprendiendo a comportarse durante el juego, interactuando con los demás.

Segundo, estos aparatos y sus funciones lúdicas son también tema de conversación entre los jóvenes, que tanto pueden hablar del soporte en sí (consola "Nintendo 64", el último modelo de ordenador, etc.) como de los distintos juegos (PC Fútbol, de Coches, etc.). Es fácil ver a jóvenes de las edades estudiadas hablar con vehemencia de los distintos tipos de juegos, las ventajas de uno y las desventajas de otro, de los juegos que les han regalado recientemente, de los juegos que van a pedir al Olentxero/ los Reyes Magos (los menores) o de los nuevos juegos de Internet o de las salas de máquinas (los mayores).

Tercero, la escasez de medios económicos de muchos niños y jóvenes hace que tengan que cambiarse los juegos, que los pirateen (sobre todo los mayores), que los descarguen de la red, que se regalen o intercambien entre sí los juegos de ordenador o los videojuegos, etc.

Para los niños y para los jóvenes, en su conjunto, estos aparatos permiten comunicarse con los demás, tanto con sus padres (a través de los propios juegos, el uso y las instrucciones o a través de sus peticiones de compra de juegos) como con los componentes del grupo de amigos. El móvil, por ejemplo, ha favorecido la comunicación de los niños y jóvenes con sus iguales y con sus padres.

No parece que el uso de estos aparatos, incluido el uso de Internet (probablemente el abuso), cree ningún tipo de problemas en las relaciones de los niños y de los jóvenes con sus padres (y familia), con sus amigos y con sus profesores. No tenemos ningún indicio que nos haga pensar que estos aparatos repercuten en estas relaciones deteriorándolas.

A medida que los niños se hacen adolescentes van ganando peso sus propios amigos. Y es importante observar e insistir en que los jóvenes siguen teniendo claro, a pesar de la presencia masiva de equipamientos tecnológicos en sus vidas, que los amigos tienen un papel estelar frente a los aparatos. Puestos a elegir, y a pesar de lo que hayamos comentado del apego a ciertos aparatos que tienen los niños y los jóvenes, todos siguen prefiriendo y poniendo en primer lugar a los amigos antes que a las máquinas.

 

8. Referencias Bibliográficas

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9. ANEXOS

 

V-CHIP

 

 

DEPENDENCIA DE LA RED

 

Aunque en el uso de Internet no hay consumo de sustancias reales, de una forma similar a la Red se le aplica el concepto de dependencia según lo define la Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders - Fourth Edition (DSM-IV), publicado por  la American Psychiatric Association, Washington D.C., 1994. La DSM-IV (P.181) establece siete criterios que se emplean para determinar la dependencia a una sustancia:

tolerance

withdrawal

using larger amounts or over a longer period than was intended.

the desire or unsuccessful efforts to cut down or control the substance use.

a great deal of time is spent in obtaining, using, or recovering from the substance.

social, occupational, or recreational activities are reduced because of substance use.

substance use continues in spite of negative effects.

Un diagnóstico de dependencia está basado en la presencia de tres o más de estos síntomas al mismo tiempo en el mismo periodo de doce meses.

En función de estos criterios la The Health Resource Network (http://www.stresscure.com/hrn) preparó esta encuesta sobre la adicción a Internet y unos informes en función del grado de dependencia que se pueden consultar en esas páginas:


Internet Addiction cartoon

Internet Stress Survey

This nine item survey is designed to test your tendency to become addicted to the 'Net. Please review each of the questions below and make a note of how many times you answer "Yes." After completing the survey, click the button below that best corresponds to your score, and you will be taken to a special report for your score.

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Do you spend more time than you think you should surfing the 'Net?
Yes No

Do you feel you have a problem limiting the time you spend on the 'Net?
Yes No

Have any of your friends or family members complained about the time you spend at your computer?
Yes No

Do you find it hard to stay away from the 'Net for several days at a time?
Yes No

Has either your work output or your personal relationships suffered as a result of spending too much time on the 'Net?
Yes No

Are there particular areas of the 'Net, or types of files, you find hard to resist?
Yes No

Do you have troubling controlling your impulses to purchase items, products, or services on the 'Net?
Yes No

Have you tried, unsuccessfully, to curtail your use of the 'Net?
Yes No

Do you derive much of your pleasure and satisfaction in life from being on the 'Net?
Yes No


 

How Did You Do?

 

If you gave 0-3 Yes Answers

If you scored between 0-3 yes answers on this survey--congratulations! You probably have very little tendency to become addicted to the 'Net.

 

If you gave 7-9 Yes Answers

You may very well be addicted to the 'Net.

 

If you gave 4-6 Yes Answers

If you scored 4 yes answers, you may or may not have a tendency to become addicted to the 'Net. If you scored 5 or 6 yes answers, you may have a greater chance of developing a problem.




· Este artículo se fundamenta en investigaciones actuales sobre el uso y consumo de los media por los niños y los  jóvenes, si bien la investigación inicial en los diferentes países europeos fue la base de un proyecto internacional titulado "Children and the Changing Media Environment. A European Comparative Study" , desarrollado de 1996 a 2001, y del que fui responsable del grupo español. Dicho proyecto fue dirigido por las profesoras  Sonia Livingstone y Moira Bovill, del Departamento de Media and Communications, de la London School of Economics, y  financiado por la Broadcasting Standards Commission, por la dirección geernal de la UE the Youth for Europe Programme (EC-.DGXXII) y la Fundación Europea de la Ciencia (ESF). El informe final de nuestro trabajo fue publicado únicamente en inglés y su referencia completa está en las referencias bibliográficas.

[1] Gran Bretaña, Chile, China, Alemania, Hungría, Italia, Japón, Corea, Macao, Singapur, España, Suecia, Taiwán y Estados Unidos.

[2] En el informe de 2004 de la Fundación Auna, España ocupa el 17º lugar en la Europa de los 25 en términos de desarrollo global de la sociedad de la información. Otros indicadores confirman el relativo retraso tecnológico de España: para el E-Readiness Index está en el puesto 21º, para el Information Society Index en el 25º y para el Network Readiness Index en el 29º.

[3] La Fundació Catalana per la Recerca creó el programa INTERNET SEGURA, el año 2000 en Cataluña. Para hacer frente a la creciente demanda de información y recursos, el programa implementó a partir de enero del 2001 un nuevo proyecto europeo de sensibilización, Dot.Safe, para crear materiales específicos para las escuelas. A partir de enero del 2002, el programa se añadió a dos proyectos más, uno de   prevención, el POESIA (con el objetivo  de crear un software libre que filtrase contenidos ilegales y nocivos de Internet) y el proyecto Euncle (para crear una herramienta colaborativa, multilingüe, para niños y niñas). A finales del año 2002, la Fundació Catalana per a la Recerca, inauguró un nuevo proyecto europeo de sensibilización, SafeBorders, liderado por esta institución. El objetivo ha sido extender el programa INTERNET SEGURA en toda España y a otros 6 países europeos (Italia, Gran Bretaña, Alemania, Grecia, Paises Bajos y Luxemburgo), contribuyendo así a la creación de una gran red europea que promueva la seguridad de los menores en Internet.

[4] La muestra del sondeo se hizo a través de Internet y presencial, en el último trimestre de 2002, y se obtuvieron más de 1.200 respuestas válidas. En la encuesta se analizaban cuatro diferencias: sexo, nivel de conocimientos tecnológicos, lugar de residencia y edad, entre adolescentes (14 a 17 años) y los adultos jóvenes (18 a 22 años).